jueves, 28 de febrero de 2013

                                   MITOLOGÍA


La mitología es un conjunto de miitos relativamente cohesionados: relatos que forman parte de una determinada religión o cultura. También se le denomina mito a los discursos, narraciones o expresiones culturales de origen sagrado, y que posteriormente fueron secularizados y tratados como discursos relativos a una cultura, a una época o a una serie de creencias de carácter imaginario.
Los mitos son relatos basados en la tradición y en la leyenda creados para explicar el universo, el origen del mundo, los fenómenos naturales y cualquier cosa para la que no haya una explicación simple. Sin embargo, no todos los mitos tienen por qué tener este propósito explicativo. Igualmente, la mayoría de los mitos están relacionados con una fuerza natural, pero muchos son simplemente historias y leyendas que se han ido transmitiendo oralmente de generación en generación.
 Los dioses del panteón griego adoptaban figuras humanas y personificaban las fuerzas del Universo; al igual que los hombres, los dioses helenos eran impredecibles, por eso unas veces tenían un estricto sentido de la justicia y otras eran crueles y vengativos; su favor se alcanzaba por medio de los sacrificios y de piedad, pero estos procedimientos no eran siempre efectivos puesto que los dioses eran muy volubles.


La mitología griega es absolutamente compleja, llena de dioses, monstruos, guerras y dioses entrometidos. Algunos estudiosos afirman que llegó a haber hasta 30.000 divinidades en total.

La mitología griega, en su periodo más importante, se desarrolló en el siglo VIII a. C. Tiene varios rasgos distintivos, como por ejemplo, los dioses se parecen exteriormente a los seres humanos y revelan, al igual que ellos, sentimientos. Los griegos creían que los dioses habían elegido el monte Olimpo, en una región de Grecia llamada Tesalia, como su residencia. En el Olimpo, los dioses formaban una sociedad organizada en términos de autoridad y poderes, se movían con total libertad y formaban tres grupos que controlaban sendos poderes: el cielo o firmamento, el mar y la tierra. Fueron tres las colecciones clásicas de mitos: La Teogonía de Hesíodo y la Iliada y la Odisea de Homero. Este material se basa en la Teogonía de Hesíodo. La teogonía es una especie de sistematización de las confusas tradiciones anteriores, en ella el mito es el tema dominante. Pero, ¿qué es el mito? Mucho se ha escrito tratando de dar una exacta definición; lo único cierto es que el mito es una forma especial de pensamiento que permite al hombre interactuar con su espacio natural y de esta manera también reconocerse como parte de una comunidad específica. 
Según Hesíodo, al comienzo no hay nada más que espacio, nada orgánico, nada que pueda ser descrito. Luego, después de ese vacío, se dibuja la primera de las realidades, que limita y comienza a darle un sentido: la Tierra, Gea (Tellus) la base segura de todo lo que en el mundo ya se encontraba dividido, pues bajo la Tierra seguía existiendo un espacio vacío donde todo era Caos (Chaos). Ese Caos engendra el Erebo, el vasto espacio subyacente, en que más tarde tendrán su lugar los infiernos. En el vacío ubicado por encima de la Tierra, instala esta a su primogénito, Urano (el Cielo), que emana de ella. Al mismo tiempo que se da esta división orgánica del universo, tiene lugar el nacimiento de Eros (Cupido), el Amor, que es aquí el principio abstracto del Deseo, y no todavía el pequeño dios maligno, perverso y alado. En los orígenes mismos de la creación del universo, era imprescindible crear el Amor, este es el motor universal; es quien provoca las uniones del principio cósmico, los engendramientos que ni la imaginación concibe.

                 EL CIRCO ROMANO



En el circo se daban carreras de carros y de caballos. El circo Máximo, así llamado por su magnitud y porque en él se celebraban los juegos consagrados a los dioses magnos, tenía cabida para 300,000 espectadores. La planta tenía la forma de un paralelogramo alargado, cerrado por un lado en semicírculo, ahí se abría la puerta triunfal, y en el lado opuesto, por una línea convexa, ahí estaban las cocheras. Las gradas ocupaban tres lados, y la arena o pista estaba dividida longitudinalmente, aunque no por completo, por un muro de poca altura, llamado espina (espina dorsal de la pista) en cuyos extremos se alzaban sendos hitos cónicos, bastante altos y dorados, que eran las metas.

Los combates de gladiadores se convirtieron en el espectáculo preferido por los romanos. Un hombre podía convertirse en gladiador de tres maneras:
 por ser condenado a muerte o a trabajos forzados, por ser un esclavo castigado por su dueño, o por ser un ciudadano libre que renuncia a todos sus derechos de ciudadano (fundamentalmente por motivos económicos).
Los gladiadores se entrenaban en escuelas especiales, propiedad de un empresario (lanista), que alquilaba o vendía los gladiadores al organizador de los juegos. Había varios tipos de gladiadores, según su indumentaria y las armas que portaban. Cuando uno de los luchadores caía al suelo vencido pedía clemencia a la multitud, que decidía perdonarlo o hacía que el vencedor lo degollara. Los vencedores obtenían una palma como premio simbólico, recibían regalos y grandes sumas de dinero; el haber recibido varias palmas convertía a un gladiador en auténtica estrella: su rostro aparecía en monedas, jarrones y otros objetos, las mujeres caían rendidas a sus pies y se levantaban estatuas en su honor. Incluso algunos emperadores, animados por la fama que adquirían ciertos luchadores, se lanzaron a la arena, aunque sus combates estaban, por supuesto, amañados.
Ante la expectación que causaban, el número de combates aumentaba constantemente: famoso fue el ofrecido por Augusto, en el que, en ocho días, intervinieron 10.000 gladiadores y, a medida que avanzaba el combate, los esclavos apilaban los cadáveres y renovaban la arena empapada de sangre. 

Los espectáculos de animales salvajes(venationes) consistían en la exhibición de animales exóticos, luchas entre fieras y luchas entre hombres y bestias. Los animales eran enviados a Roma por los gobernadores de las provincias más lejanas del imperio. Con Nerón se llegaron a sacrificar 400 osos y 300 leones en una sola jornada, mientras que en los cien días que duraron los juegos ofrecidos por Tito para la inauguración del Coliseo murieron 5.000 bestias y cientos de gladiadores. 






                                        TERMAS

Son recintos públicos destinados a baños típicos de la civilización romana. En las antiguas villas romanas los baños se llamabanbalnea o balneum y si eran públicos thermae o therma.

Las primeras termas: Fueron mucho más austeras y sencillas que las imágenes de las grandes termas imperiales que tenemos muchos de nosotros en mente. En principio constaban de un pequeño vestíbulo donde los esclavos encargados de la recaudación y el mantenimiento atendían a los clientes. Aquel pequeño recibidor daba paso a un vestuario (Apodyterium), una salita rectangular repleta de hornacinas en sus paredes y un banco corrido bajo ellas para que los clientes se desnudasen y dejasen sus pertenencias a buen recaudo. Un baño completo en tiempos de César podía costar entre un par de ases o un sestercio (dependiendo del lugar y de las atenciones)
Del vestuario se pasaba a la sala caliente (Caldarium), donde una pequeña bañera rectangular con escalones de acceso en uno de sus lados largos servía para la primera inmersión (Labra). Cerca de dicha bañera se encontraba la pila (Patena) en la que un chorro de agua fresca servía para beber y refrescarse. El ambiente en esta sala era bastante sofocante al encontrarse cerca del horno que mantenía caliente el agua del recinto.
Este tipo de termas primitivas podemos verlas aún en Pompeya.

Los recursos hidráulicos eran traídos mediante la red de acueductos que toda ciudad romana tenía, aún cuando el punto de captación del agua estuviera lejos del núcleo urbano, como en el caso de Segovia que dista más de 14Km.
El interior de las estancias y las piscinas de agua caliente se realizaba mediante el sistema de hypocaustum. El sistema está basado en la distribución mediante túneles y tubos de agua caliente y vapor que se extendía por debajo de los suelos de las estancias y piscinas y era alimentado por una serie de hornos que se hallaban en los sótanos. Reminiscencia de este tipo de calefacción es  lagloria castellana.
                        COSTUMBRES


EL TEATRO:  Quizá, junto a los Juegos Olímpicos, sea la única afición pública de la Antigüedad que ha llegado casi íntegra hasta nuestros días.
Roma, desde que conquistó Grecia y asimiló como suyo el extraordinario legado cultural de ésta, comenzó a valorar el teatro como una forma natural de expresión ciudadana, una manera de liberarse temporalmente del penoso día a día con las vicisitudes o banalidades de un grupo de actores dispuestos a distraer al público con sus acusadas declamaciones, nada valoradas, por cierto; actor era una de las profesiones más denigrantes de la época…

En un principio, las representaciones teatrales eran solo eventuales, enmarcadas dentro de alguna festividad u homenaje sin tener edificios dedicados para las mismas; Eran sufragadas por el cargo político de turno para amansar a la plebe y tenían lugar en recintos de madera que se desmontaban después de las funciones. Pero no por ser temporales aquellos entarimados eran menos vistosos; se sabe que alguno de ellos también se revistió de buenas columnas, estatuaria y materiales nobles.
Básicamente, la estructura de edificio era esta:
  • La escena, o scenae frons, generalmente compuesta por dos pisos de columnas y estatuaria. Ante ella estaba el proscenium, el lugar más elevado donde tenía lugar la representación teatral.
  • Orchestra, o platea, núcleo central de la circunferencia alrededor del proscenio reservada a personalidades. Allí se ubicaba el altar.
  • Cavea, el graderío del teatro, partido a su vez por los pasillos de acceso (aditus) y cuyos acomodamientos concéntricos estaban reservados para los diferentes estamentos sociales (Inmamedia summa cavea para la aristocracia, plebe y forasteros y mujeres sin pareja y esclavos respectivamente) Una gran lona de franela movida por cordajes y poleas podía cubrir la grada para aliviar los efectos del sol a los espectadores.
  • Vomitoria, las entradas a la cavea desde el exterior.


Los actores. Salvo excepciones, fueron solo hombres quienes interpretaban todos los papeles, fuesen masculinos o femeninos, su trabajo no estaba bien visto por parte de la población. Maestros, pantomimos y actores conformaban el estrato social menos valorado.
Ya desde la antigua Grecia, la buena acústica de los teatros, quizá potenciada después gracias a las magistrales proporciones de Vitrubio, favorecía que se escuchasen sus declamaciones desde cualquier rincón del recinto, pero resultaba más complicado poder ver con claridad los gestos de los actores. Por ello se hicieron tan populares las máscaras.